El sector cierra 2020, año con numerosos desarrollos normativos que buscan implementar y fomentar los objetivos del PNIEC, con la aprobación del Real Decreto 1183/2020, de 29 de diciembre, de acceso y conexión a las redes de transporte y distribución de energía eléctrica. De esta manera, se aporta certidumbre a los nuevos proyectos renovables, se avanza sustancialmente en el desarrollo normativo del almacenamiento y se establecen procedimientos simplificados para los consumidores y generadores de pequeña potencia, fundamentales para favorecer la integración de las renovables y dotar de flexibilidad al sistema. Flexibilidad de la demanda que además suaviza los picos de demanda, lo que le da una oportunidad al consumidor de modificar sus hábitos en los momentos de precios altos, beneficiando su factura y al sistema eléctrico.
Teniendo en cuenta que para finales de enero la demanda ya podrá participar en los servicios de balance y teniendo en cuenta que empezamos 2021 con la temática energética en primera plana tras haberse alcanzado precios record en el ‘pool’ el pasado viernes día 8 de enero, desde la asociación entra Agregación y Flexibilidad nos planteamos cuál hubiera sido el resultado en un escenario con un volumen considerable de demanda gestionable. Según Alicia Carrasco, Directora Ejecutiva de la asociación entra esto ya es una realidad en otros países europeos. En Francia, por ejemplo, el Plan Nacionaux Énergie et Clima (PNIEC francés) ya propone incentivos económicos para promover la participación en mercado de la gestión de la demanda (l’appel d’offres effacement) con objeto de cumplir con la programación energética plurianual (PPE) y reducir picos de demanda. Se trata de un mecanismo de respuesta a la demanda de capacidad en el que se retribuye una prima fija anual (€/MW·año) a las instalaciones de demanda que podrán ser gestionadas directamente por el operador del sistema o por un agregador/tercero en situaciones, por ejemplo, de precios de mercado por encima de 100 €/MWh. Esta iniciativa consigue tres objetivos en los que ambos países trabajamos: impulsar la gestión activa de la demanda (se establece un objetivo de 6 GW), blindar la seguridad del suministro y reducir el consumo de combustibles fósiles.
De cara al presente ejercicio, vemos ya en la agenda cuestiones de gran calado como el desarrollo del almacenamiento y la hibridación, de la figura del agregador independiente y de las comunidades energéticas. Todas ellas, serán elementales para la consecución de los tres objetivos citados y podrán contribuir a evitar situaciones como la del pasado día 8 de enero que, aunque no tengan una repercusión económica tan negativa, sí que desincentivan al consumidor en su camino hacia la adopción de un rol más activo dentro del sistema.
Con mayor urgencia, destacamos la ‘Expresión de interés relativa a MOVILIDAD ELÉCTRICA: infraestructura de recarga, innovación y electrificación del parque móvil en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’ remitida por MITECO el pasado 30 de diciembre, una invitación al sector a que contribuya con sus propuestas de acción en los siguientes ámbitos: 1) creación de corredores de recarga rápida o ultrarrápida, 2) infraestructuras singulares de recarga, 3) despliegue generalizado de infraestructura de recarga en destino, 4) innovación en la cadena de valor y 5) renovación del parque móvil. Iniciativas como esta es positiva, no solo recogen la visión y opinión de los distintos agentes, sino porque cataliza el proceso de descarbonización, favorece la creación de nuevas oportunidades y tejido industrial y, además, promueve la figura del consumidor activo.
En definitiva, desde entra Agregación y Flexibilidad nos gustaría empezar el año deseándoos a todos/as un buen comienzo de 2021. Como ya sabemos, será un año con muchos cambios positivos que trataremos de convertir a oportunidades.